viernes, abril 30, 2010

Un sentimiento tras barrotes


Y dentro de mí
Se encuentran “seres”
amotinados,
apresados en su celda
deseosos de salir
y escupir verdades

Y dentro de este muro
construidos con temores,
su cárcel

Se oyen gritos, quejidos y llantos
Y en el suelo están
tendidos e inocentes

Y puede más la cobardía
que recorre el pasillo velando
Que el amor encarcelado
a la espera de ver el sol

jueves, abril 15, 2010

Desvelo

Viene a mi esta poesía
Refugio de pensamientos
Que se pierden y
Buscan lugar oculto

Y se albergan
Prenden una hoguera
Remueven escombros
Dormir quisieran

Mas la luz inquieta
Que trae el alba
Hace crecer la esperanza
De encontrar algo
Que no he perdido

Que solo está a la espera
Del agua que da vida.

miércoles, abril 07, 2010

En silencio


Caminando te veo.
Te encuentro sonriente.
Ojos cautivadores
Y le susurro al silencio
un secreto

Te sigo en la lejanía,
adivinando tu risa,
llegando a mi ventana
como libre y fresca aura

Y te espero cada día.
El reloj lo marca,
compás armonioso
que agita mi corazón

Y la sabia paciencia,
hace que cada día
suba el nivel.
Y le prometo al silencio
llevarte escondida

Porque ahí,
donde el susurro
del viento se pierde
entre rama y rama,
donde el dulce cantar
de la cascada se disipa
convirtiendo su voz en neblina

Es ahí, en ese instante,
que se sacude mi corazón;
y en silencio
mi secreto se hace gigante,
bordado con hilos de amor.

lunes, abril 05, 2010

Nubes


Y me estremece esa blancura.
Esa que anida,
en lo alto de mi vista

Esa que juega
fingiendo figuras,
la que abraza en silencio
la espesura verde

La que llora sin motivo
poniéndose gris
la que regala su frío vestido
a los grandes señores

Y el sol y la luna se preguntan:
¿será que las vemos siempre por la espalda?

domingo, abril 04, 2010

Los niños y mi pintura

Afuera en aquel lugar
Donde mis ojos
ven esa pintura diaria
Se esconde un lugar mágico

Los niños la pintan
La vuelvan suya
Y transforman sus sueños

Sus gritos y sus risas
se confunden con las flores
Jugadores incansables
que van y vienen
abrazándose con los árboles

No importa el calor
No importa el tiempo;
sólo son chiquillos,
que a ritmo del atardecer
acompañado con la dulce melodía
del viejo rasgando su guitarra
con aroma a café;
se vuelven uno solo

Y mis ojos que solo veían lo ordinario
encuentran colores
y vuelven mágica mi pintura.