miércoles, febrero 18, 2009

A la vieja

En la noche oscura
en la luz de un farol
sentada, acurrucada;
extendiendo su mano está

Una bolsa su compañera,
un abrigo roído,
una mirada de suplica,
la acera su cama

Sus pies descalzos
cansados no quieren andar mas,
se rinden al calvario
de la fría noche

En su bolsa hay cosas
que carga sin saber;
en su alma ya no quedan
los tesoros de la niñez

Olvidados en cada esquina
los dejaste sin querer.
Ya la vida no vale nada,
en una mirada
me lo diste a entender

Mas esa mirada
marcada quedó,
la llevo conmigo
luego de tu adiós.

No hay comentarios.: