Soledad
Vino, llegó tarde,
distraída, no la esperaba.
Se plantó frente a mi puerta,
abierta estaba tras tu partida.
Me guiñó el ojo,
extendió los brazos
dejando caer sus maletas cargadas.
Viniste para quedarte pensé.
Y adivinando lo que pensaba me dijo:
eso depende de ti.
¿Qué trajiste?
Por el momento me dijiste,
un poquito de depresión
unas cuantas lágrimas
y reproches por doquier
No quise traer mas me dijiste,
esta vez es diferente;
en la esquina vi la esperanza,
preguntaba por ti.
Y aunque la vio venir,
entró con paso cansado
esta soledad.
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